La entrada de un frente frío con fuertes vientos del norte presagiaba un duro fin de semana de esquí de montaña en la Cordillera Cantábrica y, desgraciadamente, el pronóstico no fue equivocado. Ya en la jornada del sábado, las nulas condiciones de visibilidad complicaron muchísimo la realización del balizado del bonito recorrido que el Grupo de Montaña Fariñentu, organizador de esta prueba, había diseñado.
El domingo la situación empeoró y por seguridad, la organización decidió modificar el recorrido previsto y realizar la carrera en el dominio de la estación de Valgrande – Pajares, diseñando un recorrido en bucle hasta el Cueto Negro, con cuatro vueltas para los veteranos y seniors y tres para cadetes y juniors, pero el temporal fue arreciando a lo largo de la mañana, obligando a la organización a reducir una vuelta el recorrido en ambos casos, limitando a dos el paso de cadetes y juniors y tres para los demás. El elevado porcentaje de abandonos habla por sí solo, dieciocho esquiadores de ochenta y uno que tomaron la salida, tuvieron que abandonar la carrera.
El lo deportivo señalar el excelente papel de los esquiadores madrileños que tanto en las categorías inferiores como en las femeninas coparon el podio.
Destacado trabajo de Paco Fresneda al que sólo un momentáneo extravío en el control del Cueto Negro le privó de ocupar una plaza en el cajón de la categoría absoluta, liderando con contundencia, una vez más, su categoría de veteranos.
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